La cuaresma, después de los últimos acontecimientos, ha dicho como nuestra María Jimenez;
«Se acabó»
«Abandono la penitencia y el ayuno, entrego definitivamente la censura y el control a las autoridades competentes, o no»
«Estoy hasta la SETA de ser la revienta-fiestas, no más represión en mi nombre, que no termine el Carnaval!!!!!!!!!
Nosotras, como buenas locas del coño, entregadas a las pasiones, el libertinaje y el verbo fluido, hemos emprendido una misión.
¡¡¡Don Carnal hasta el infinito y más allá !!!
A pecho descubierto,eso sí, con la cara tapada , no vaya a ser, pero directas al meollo.
E cuando arrivo a casa… allí está ella, la concupiscencia, con las carnes mechadas, abierta en canal. Henchida de placer, tras haber sentido el discurrir de un capuccino por tol gañote.
No nos tiemblan las carnes a la hora de provocar lo que sea necesario para perpetuar en el tiempo el desmadre, la algarabía, la lujuria, la lascivia, el marmitako y la barra libre.
Selfie en la bacanal de Civitavecchia. Que el ritmo no pare, no pare, no…
P.d. .- El Arcipreste de Hita, en «El libro del buen amor», un best seller que lo PETA, ya nos contó que los colegas de Don Carnal eran Don Amor, Don Almuerzo y Doña Merienda.. Les hemos mandao un wasap y a las 23 post meridian, dios mediante, se vienen pa aquí a guarrear.