Dada nuestra ya sabida devoción por las aves de corral, no podíamos dejar de lado un tema tan candente como es la primavera, que ya está en ciernes.
Esa luz primaveral estimula el sistema neuroendocrino de las gallinas, (pulsad en lo rojo) que se quedan locas del coño y no pueden parar de poner. Nosotras que tenemos el lado gallináceo muy desarrollado, no podemos dejar de ponernos ( total,el verbo es el mismo).
M.D. arengando a las masas.
Nuestra enviada especial, Mari Domingi, en colaboración con la universidad de Wisconsin, está inmersa en un estudio sobre los efectos del entretiempo en las gónadas aviares, el plumaje y el estar cachonda sin venir a cuento.
Dejando a un lado que se le ha puesto el colesterol por las nubes, está disfrutando de lo lindo en las américas.
Su próximo destino será Villar del Río (Soria) (lo del colesterol no va a mejorar), siguiendo las huellas del tatarabuelo de nuestro «gallus domesticus».
El Tyrannosaurius Rex, el de los bracicos cortos.
Foto archivo. Paseando por Villar del Río, sin darse pábulo.
T.Rex, Carnívoro bípedo, con la cabeza como un celemín y sin poder rascarse la espalda, ¡animalico!.
«Como la primavera nos pirra, nos vamos a tomar una birra»
Presuntas perturbadas dixit.