Escabechando enemas

Encontrámonos expectantes y extasiadas ante su extensa existencia.

Nos embelesa con sus encantos, excitándonos en demasía.

Empecinadas estamos en ensalzar su ecléctica elegancia.

He aquí la E.

Eeeeeeeeeeeeeeeh…

Estampa del escarceo en ciernes. Edurne to empoderada y Eneko el epicúreo a la espantá.

Y a continuación, nos disponemos a enumerar una jartá de palabros con la E.

Porque ella lo vale.

Estepona(Málaga), emanems, escurrajas, emérito, emponzoñar, ensalada Cesar, revuelto de espinacas, escapulario, endrogás, se empieza por la marihuana y ya se sabe como acaba. «AR»(me lo dijo Ane)

Arreando que es gerundio.

Bien sabido es, que somos más de gerundio que de participio. Dejando esto claro nos quedamos más tranquilas y la tranquilidad es un valor al alza en estos tiempos de incertidumbre y mindfullnes.
Que se acabe el verano nos ha jodido sobremanera ( participio de los gordos), pa qué os vamos a engañar.
Pero así es la vida, no la he inventado yo.
La premura que te da el gerundio no te la da el infinitivo, un gerundio bien echao es apostar a caballo ganador.
Somos atletas del amor, prestas a ganar la batalla al temido declive del astro rey.

_MG_5387 copiaGimnasta de triatlón, mazando el musculamen. In situ.

Si hay que afrontar el otoño se afronta, si hay que echar al alcalde al pilón se echa. Y por supuesto, si tenemos que sortear las vicisitudes, se bebe, porque… «por donde entra bien el vino, el vicio hace camino»*.
El puto otoño se merece una oportunidad ¡quien no arriesga no gana!, ¡trae pa cá un acuarius!
El amor es el único deporte en el que no hace falta luz.

 

«por ti iría al polo norte en pantalón de deporte»

Frase carpeta de BUP.

*Raúl B. Un buen amigo dixit.

Al libro albedrío

    La investigadora literaria Mª Carmen Restrepo, nos ha visitado, henchida de sapiencia y locuacidad.
Se ha venido arriba y está estudiando  la relación directa, si la hubiera, entre la lectura en papel y los 5 sentidos.
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La erudita en plena faena, devanándose los sexos.

Y haberla ,hayla.
El fijar la vista en el desfile de vocablos lanzados sobre el papel, con sus negritas, sus cursivas y esos etcéteras  que van por la calle…Y el tacto aterciopelado del pasar de las páginas, provocando un susurro al chocar entre si…son la evidencia de que leer y sentir es todo uno.
 Que levante la mano quien no haya lamido alguna vez el lomo de «La insoportable levedad del ser»  y olfateado incontinentemente el aroma de las esdrújulas, deseando las hipérboles…

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Arthur, gorrino aventajado. Por su dolencia, leer y guarrear ocupan su día a día

Nosotras al no ser licenciadas, ni eminencias  somos más de sentirlos nuestras propias carnes.

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Y la de mundo que se conoce leyendo no tiene parangón!
Ya lo diga Mª Carmen o el Sursum Corda.