Coetáneos y aforismos, juntos pero no revueltos.

 En estos tiempos de aforadas, forofos y fornicios varios,  nos vamos a centrar en los aforismos.
«El tiempo perdido no se vuelve a encontrar»
Primo hermano de refranes y proverbios, cuñao del axioma  y sobrino de la tía gnómica, el aforismo (empírico hasta los tuétanos) es el sentención de la familia. ¡Qué nochebuenas nos da!, ¡cansino!.
Estos problemillas no afectaban a un aforista de pro como Hipócrates, que habiendo vivido del 460 al 377 a.c. creaba aforismos a cascoporro sin preocuparse de estas fiestas tan señaladas.
«A grandes males, grandes remedios»
Ni qué decir tiene la ventaja de cumplir años a lo Benjamin Button, que a las puertas de la jubilación eres una perita en dulce.
Pa perita en dulce su coetánea Lisístrata, que aun siendo fruto del cálamo de Aristófanes también era de cumplir años pa atrás.

img_8254lisístrata. Posado pactado en Pacha Atenas

Al igual que las de Bilbao nacen donde quieren, nosotras somos coetáneas de quien nos sale de la brenca. Es lo que tiene ser de poliespán.
Como dice Carmen Camacho, aforista y coetánea de pro;
«El pez volador quiere vivir en la grieta que hay entre el cielo y el mar».

dorada

«la vida es corta, la muerte eterna»

Anónimo.