Al tener cerrados los garitos, nos hemos visto abocadas al análisis exhaustivo de la tan ponderada «nomenclatura».
Ella, que lo mismo está en palacios suntuosos, compuestos gaseosos o prefijos provinciales (979, Palencia y municipios colindantes).
Imaginarse qué fregao, si las cosas u conceptos careciesen de nombre. Acércame el chisme ese, que está ahí en eso…ostias ya!

A veces nos da por movidas mucho más tochas, tochísimas. Llevamos 4 días con la berrea a vueltas. Como reclamo sexual nos parece pelín arisca, pero como canto gregoriano no tiene parangón. ¡Virgen del santo sepulcro!
Por no hablar de las míticas bolas de pelo que habitan en el desagüe de la ducha, un fenómeno digno de investigación, hemos contactado con Iker pero está de que no.
Pd.- Pena de Jiménez del Oso, dios lo tenga en su gloria.