Un año más, se nos he echao encima el solsticio de invierno. Y así sin darnos cuenta, tenemos que bajar del monte para arengar a las masas y darnos al hedonismo con una intensidad de «ora pro nobis» y «decubito supino».
gure Olentzera eta Jaquelín. Posado robado
Si este año habéis sido malotas , pendencieras y desobedientes
podéis estar tranquilas.
Olentzera no se olvidará de vosotras !!
Este oficio nos llena de orgullo y satisfacción. Es nocturno, conoces gente, te sientes deseada, entras sin llamar, te pones ciega a tintorro y puedes comer hasta reventar, muy en nuestra línea. Y cuando llego al baserri Jaquelín me brinda su mirada concupiscente y llena de admiración…la tengo en el bote!.
P.d. No olvidéis dejar la puerta abierta…